Ley de Autismo: El reglamento no da la talla 🧩

agosto 22, 2024

En los últimos años, los diagnósticos de autismo en República Dominicana han aumentado, pero el reglamento de la Ley 34-23 sobre Autismo, aprobado en julio pasado, está dejando mucho que desear. Fernando Quiroz, coordinador de la Mesa de Diálogo por el Autismo, señaló que el reglamento tiene serios vacíos y deficiencias que podrían hacerla ineficaz. Según Quiroz, la guía no es clara en sus objetivos, no detalla procedimientos ni cómo se gestionarán los recursos, y deja mucho a la interpretación, lo que podría complicar la implementación efectiva de la ley.

¿Qué hay de las soluciones?

Quiroz urgió al presidente Abinader y al ministro José Ignacio Paliza a que pongan manos a la obra para solucionar estos problemas, destacando que la ley fue aprobada hace más de 15 meses. Entre las prioridades, mencionó la necesidad de un Registro Nacional de Personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), vital para desarrollar políticas públicas y asignar recursos adecuadamente. Además, subrayó la urgencia de establecer centros de diagnóstico temprano y garantizar el personal adecuado en salud, educación y terapias, áreas que actualmente son deficitarias y costosas.

¿Y la coordinación?

Aunque el reglamento menciona varias comisiones y la creación del SISTEA (Sistema Multisectorial de Apoyo, Inclusión y Protección para personas con TEA), Quiroz criticó que no se detalla cómo se coordinarán las distintas instituciones involucradas, ni cómo se garantizará la rendición de cuentas. Tampoco se especifica cómo se financiarán estas medidas, lo que podría llevar a una implementación desordenada y poco efectiva.

Quiroz también advirtió que el reglamento carece de un marco claro para sancionar incumplimientos, lo que podría dejar la ley sin fuerza. Y lo que es peor, no incluye estrategias para sensibilizar al público sobre los derechos de las personas con TEA, un aspecto crucial para cambiar la percepción social del autismo.

En resumen, aunque la ley está en marcha, el reglamento que debería hacerla efectiva parece estar lejos de cumplir con su objetivo de apoyar a las personas con autismo y sus familias.

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